jueves, 26 de febrero de 2009

28 DE FEBRERO

El próximo sábado es el día de Andalucía, el día que por fin se otorgó la autonomía al único pueblo que tuvo que luchar por ella, que tuvo que demostrar su condición histórica ante los demás, y que abrió el camino al resto. De no ser por la guerra fraticida que comenzó un mes de julio del 1936 Andalucía habría obtenido su estatuto que estaba programado para septiembre, pero al no ocurrir esto 50 años después el pueblo andaluz se levantó y despertó (por un momento eso también hay que decirlo puesto que después se volvió a sentar) y clamó por su condición de pueblo. Ahora que celebramos la consecución de este hecho sería bueno recuperar aquel espíritu y llenar las calles de banderas andaluzas demostrando nuestro orgullo como pueblo y reclamando lo que nos corresponde en derecho, como es, estar en igualdad de condiciones que el resto, que avancemos y no sólo con la inercia del tiempo sino recortando distancias respecto al resto para que volvamos a ser lo que fuimos, sin dejar nunca de ser lo que somos.

Así os pido, andaluces levantaos, que se llene Andalucía de banderas en cada balcón, en cada fachada. Recuerdo de aquellos días una señora de ochenta años que se rompió la cadera por izar la bandera blanca y verde de la antena de su azotea y estaba orgullosísima de que en su casa ondeara la bandera puesto que no iba a ser menos que el resto. Recuperemos ese espíritu de alegría por la unión de todos, ese espíritu festivo, reivindicativo y luchador, por un mismo fin, el bienestar de todos y el reconocimiento de una identidad; que el sábado ondeen las banderas en todos los hogares andaluces y recuperemos el grito del padre de la patria andaluza:

¡Viva Andalucía Libre!