martes, 9 de noviembre de 2010

Hipocresía o Incapacidad

No lo sé, realmente no soy capaz de pensar cual de las dos motiva los diversos sucesos que nos acompañan estos días, aunque en algunos casos me inclino por la hipocresía, el criticar lo que hace el otro, a sabiendas de que si consigo estar yo haré lo mismo, pura y dura hipocresía.

Lo primero que me consterna, no por novedoso, sino precisamente por lo insostenible de la situación, es el desmantelamiento del campamento saharaui de El Aiún, capital oficiosa del Sahara.

La situación ya no política sino humanitaria de la población Sharaui es una vergüenza para los seres humanos, pero en el Sahara no hay petróleo ni intereses económicos suficientemente fuertes como para una intervención de la ONU, por el contrario se sigue permitiendo a Marruecos la continua violación de los derechos humanos, es más se le da trato preferencial como socio comercial, no entiendo nada, si el mero comercio es la base de cualquier relación, ¿que clase de principios democráticos son los que se pretenden?, supongo que el efecto pedagógico no solo en Marruecos sino en otros países en similares circunstancias es al menos contrario, tú haz lo que quieras que yo miro para otro lado, pero los negocios son los negocios; no es aislada la relación con Marruecos, lo mismo ocurre con Cuba, con Guinea (otra colonia abandonada a su suerte, esta vez el dictador lo criaron aquí, en la gran escuela de dictadores de Zaragoza), Irak en tiempos de Sadam (el mismo que después era malo malísimo), la Venezuela de Chávez, que aunque democrática, se produce una continua violación de los derechos civiles, y un largo etc. de hipocresía diplomática.

La segunda situación, es la hipocresía de los 2 partidos dominantes, en una sola semana los 2 se han acusado exactamente de lo mismo, y ambos con razón, por lo que algo falla, a principios de semana la portavoz popular Esperanza Oña, criticó sonoramente la propaganda institucional del gobierno Andaluz en beneficio propio, denuncia que suscribo en su totalidad, pero se da la circunstancia que el PSOE local ha denunciado en esta misma semana el gasto innecesario de 8.000€ en unos sombreros para la feria local de Fuengirola, municipio del que es alcaldesa la portavoz popular, curioso verdad, pues ambos tienen razón, el despilfarro institucional que se realiza en propaganda incontrolada con el único fin del autobombo es bochornoso, denigra la democracia y atenta a la inteligencia de la ciudadanía, en este caso además sería interesante apuntar las televisiones y medios de comunicación locales que son usados indistintamente para fines únicamente electoralistas suponiendo una grave merma de las ya yermas arcas municipales (1 millón de euros anuales en el caso de Fuengirola).

La hipocresía es insuperable, la crítica superflua puesto que el contrario tiene la certeza, y es más, lo está deseando, de que en cuanto llegue, utilizará los mismos medios para el mismo fin, la censura del contrario y la autoproclama de las bondades del gobernante en ese momento, es lo mismo que ocurre con el transfuguismo, con la ley electoral, con las diputaciones provinciales, con la financiación municipal, con las subvenciones, con los cargos de libre designación o con los sueldos de los alcaldes, es pura hipocresía y lo que es más grave, es de fácil y rápida solución, solo hay que hacer una cosa, sentarse y puesto que los dos están de acuerdo puesto que lo critican, acordar las soluciones y alcanza un pacto, pero lo cierto es que no les interesa, ya que quieren convertir la política en un juego de 2 en el que ahora te toca a ti y después a mi, y todos contentos, pero no, todos no estamos contentos, puesto que lo que realmente pasa es que los políticos que toman las decisiones, los que tienen poder en este momento tienen algo en común: incapacidad. Incapacidad para controlar a sus repectivos partidos, incapacidad para derivar la política hacia un debate profundo sobre la realidad y no sobre el sexo de los ángeles o sobre el anticlericalismo, la capacidad de dar soluciones y no perder el tiempo en las faldas de las ministras o en la X de Anguita (que ya nadie recuerda que fue el el que acuñó la frase). Pero hay algo que aunque no les gusta, de momento tenemos en nuestras manos, el voto, y no olvidemos nunca que de momento, que es un derecho que tenemos que sostener y atender por que si no lo perderemos como otros tantos y no nos daremos ni cuenta, así que a ejercer nuestra obligación de ciudadanos, votar.