martes, 22 de noviembre de 2011

ARRASTRADOS POR LA COMPLACENCIA

Tras 24 horas del acontecimiento del año, (los que ven telecinco que no sigan leyendo que no se enterarán de nada), y tras reflexionar, comentar, debatir, enardecerme y cabrearme por enésima vez, voy a intentar plasmar todo lo que pienso del enésimo desastre electoral del andalucismo.
- Desde el año 2004 el andalucismo no tiene representación en el congreso de los diputados, por tanto a la hora de analizar unas elecciones al parlamento, se tomará como referencia el último resultado digno, si tomamos como referencia una catástrofe electoral como la del 2008, estamos siendo mediocres en el análisis, y en las expectativas, respecto a estas últimas se ha subido en votos sí, alrededor de 10.000, una miseria, una ridiculez, el andalucismo ha pasado a ser un remanente político, un vago recuerdo, una rémora histórica que vaga por el limbo del extraparlamentarismo, por la 2ª división política andaluza y que en tan solo 8 años ha pasado de ser la 4ª fuerza con aspiración a la 3ª, a ser la 5ª con la sexta pisando los talones, sacando en una provincia referente como Málaga 5 veces menos votos, pasando a ser un voto testimonial y melancólico, cuando otrora fue la 5ª fuerza en votos del estado con 200000 votos.
- En toda Andalucía, aún haciendo el análisis del mediocre, del lastimero pedigüeño, en aquellos territorios en los que por decir algo se ha crecido un puñado de votos, no hay un solo municipio en el que se haya acercado tan siquiera al resultado en las municipales, ni que decir tiene que superarlo, poniendo de manifiesto una vez más el distanciamiento del electorado como partido compacto, como ideología, y como siglas, subsistiendo a base de carteles locales.
- La endogamia debilitadora, ulcerosa y degenerante, hace que la sangría que se pretendía frenar en el último congreso no haya hecho más que aumentar, produciendose un desgaste cada vez mayor entre los fieles incondicionales debido a la merma de efectivos, fé, e ilusiones, salvo casos heroicos como los de los carteles de Córdoba, que son dignos de gran elogio, aún en la constatación del fracaso cosechado, son valores inestimables de futuro.
- La articulación de un mensaje claro, escueto, que rápidamente recorra el espectro poblacional de Cabo de Gata a Punta Umbría, siguen siendo nuestra asignatura pendiente, se han hecho buenas propuestas, un programa más o menos desarrollado, autonomista y de izquierdas, pero no hay ideas fuerza claras que calen y fáciles de transmitir, que nos diferencien, nos hagan atractivos al voto y nos haga creíbles. La credibilidad, el crédito, ha desaparecido de nuestras siglas, queda solo la fé, y la fé de momento solo mueve a 760000 almas, me dirán que sí había ideas fuerza, no tendrán mucha fuerza cuando ni yo, que me he preocupado medianamente, las conozco, más aún para un ciudadano de a pie que oye lo que le llega y no se preocupa de buscar, 3 ideas fuerza, claras, una económica, otra social y una tercera autonomista. Pura y llanamente. ejemplos, CIU, concierto económico; PP previsibilidad y estabilidad; PSOE , derechos sociales; upyd, merma de la administración y antiautonomista; IU, salida de la crisis por la izquierda.
Esto lo sabe todo el mundo, PA?, nos importa lo nuestro?, está claro que ese tipo de mensajes ambiguos, antiguos no calaron nunca, ni calan, la patente de corso que nos hemos dado a nosotros mismos no se la cree nadie, incluso aunque fuera verdad, no es creíble por que no hemos desarrollado ni el mensaje ni el lenguaje adecuados, toda aspiración necesita un mensaje concreto, y un lenguaje concreto, diferenciador e identificable, hagan un ejercicio, cierren los ojos y que alguien les lea la primera línea de un discurso de Rubalcaba, Cayo Lara, Rajoy, Durán i Lleida y Otegui, los reconocerán enseguida, cada uno usa su propio lenguaje elaborado a lo largo de muchos años, y que mientras estas fuerzas se dedicaban a elaborarlo nosotros nos apuñalábamos.
- Como ha dicho un gran amigo mío, un partido político no es más que un instrumento para conseguir una aspiración, en nuestro caso la llamada liberación de Andalucía, y cada vez hay más andalucistas fuera que dentro, por lo que si bien la aspiración sigue viva en la sociedad, el instrumento cada vez está más inservible y oxidado, o se es el instrumento, o se tira para chatarra, cuando no tiene el instrumento un uso, al final solo sirve a intereses particulares, pongamos el ejemplo de Málaga, en el que a pesar de los estrepitosos fracasos, más allá de renovar, cambiar, o asumir, se hace el maravilloso ejercicio de tirar pa'lante, eso sí sacando todo lo que se pueda y mientras se pueda, de ahí la endogamia irreparable, del "mientras se pueda", en realidad se tiene tal consciencia de la situación por parte de los dirigentes malagueños, que el mientras se pueda se ha convertido en un fin en si mismo, olvidando por completo la función social e ideológica del instrumento social que es un partido político, de ahí que las luchas ni siquiera sean por puestos, sino por sueldos y estatus.
- La endogamia, entendida como el estancamiento y estrangulamiento de las bases, así como de la dirección política en todos los niveles, debido a la falta de renovación, de sabia nueva, debido a la anulación del lógico relevo generacional, dan lugar a que a pesar de los estrepitosos fracasos se hace imposible la renovación en muchos municipios, donde llevan las mismas direcciones más de 20 años en algunos casos, convirtiendose en pequeños centros de egos personales inamobibles, que no tienen ningún interés en que su agrupación crezca, porque su máxima felicidad y aspiración es seguir siendo jefe de nada, en lugar de tener la satisfacción de ser parte de algo, esta mediocridad instaurada, esta decadencia cruel, fruto en muchos casos de la falta de personas preparadas, adecuadas al puesto que desarrollan, hacen que no tengamos ninguna credibilidad, que en muchos casos seamos la risa del pueblo y que por pura estadística numérica y no estratégica se mantengan agrupaciones totalmente ficticias.
- La desgracia que tiene este partido, que siempre se conjuran los elementos en contra, y la suma de desgracias individuales, colectivas sumadas a desastres naturales, son siempre razones suficientes para explicar los resultados, que si tsunamis, que si mareas, que si terremotos, pero nunca un análisis político interno, nunca autoculpas, y claro para curar la enfermedad primero hay que dar un diagnóstico, pero si ni siquiera creemos que haya enfermo, para cuando nos demos cuenta estará enterrado, siempre excusas, y más excusas, que si para lo que hay que queremos, que si sin dinero, que si sin tiempo, veamos, hay unos responsables encargados de aumentar la base social, por tanto CULPABLE, hay responsables de finanzas, no solo de pagar, sino de encontrar dinero y dar soluciones, por tanto CULPABLE, hay unos responsables políticos encargados de planificar el tiempo y las estrategias, por tanto, CULPABLE. Y dejemos ya de una vez las excusas que no somos niños pequeños y cada uno es responsable de sus actos, si no tenemos las personas adecuadas no arrarstremos más al enfermo y démosle un entierro digno, si no somos capaces de encontrar el suficiente número de personas que salgan de entre la mediocridad interna y den un giro de dignidad, inteligencia, estrategia ilusión y giro político, cerremos el chiringuito, y si están, adelante hagámosles el pasillo y que anden.
- La total ausencia de autocrítica, la situación de guerra fría, el desgobierno tanto nacional como territorio por territorio, el desmembramiento paulatino, la ruralización del voto, la endogamia crítica, la quiebra económica y el desaliento interno de las bases debido a los continuos descalabros y a las continuas cuitas, la presión externa, de familiares, amigos, la dignidad personal de los que somos coherentes, de los que hemos sido coherentes , de los que somos andalucistas, y todos lo somos, estoy cansado de que cuando te enfrentas con ideas nuevas, cuando criticas lo que crees por coherencia personal que está mal, enseguida dejas de ser andalucista auténtico, como si alguno de los acusadores tuviese la esquela honorífica de andalucista mayor, todos estos síntomas, me dan una vaga esperanza de recuperación y probablemente tenga mis propias recetas que no soy quien para proponerlas, pero sí se que esto había que decirlo alto y claro, porque la realidad hay que constatarla y bajar de la inopia a los iluminados.